La pedicura es un tratamiento que no consiste únicamente en embellecer los pies sino que su utilidad más importante es mantenerlos sanos. Desde siempre, los pies han sido una de las zonas del cuerpo más olvidadas. Las mujeres podemos pasarnos horas en la peluquería, probándonos ropa o eligiendo el maquillaje adecuado, pero a los pies casi nunca les dedicamos ni un minuto de atención. Esto tiene que cambiar, y es que ellos trabajan muy duro por nosotras y se merecen un agradecimiento.
El inicio consiste en sumergir los pies en un recipiente lleno de agua templada para ablandar la piel endurecida y las cutículas de las uñas. El recipiente mantiene la temperatura del agua y masajea y relaja el pie. El cliente queda tumbado en una camilla para mayor confort y descanso de piernas y pies. A continuación, en nuestra pedicura se liman las uñas y se pulen con la ayuda de un torno eléctrico y limas. Con el torno equipado con fresas de diferentes formas y tamaños, se eliminan las pieles muertas y si es necesario se rebaja el grosor de las uñas, con lo que la piel se suaviza y afina gracias a pedicura.
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